Y al final se festejó, con retraso

rochatotal//Ricardo Méndez Molina.

El Balotaje pasó y los que conocen de actos electorales sabían que esa misma noche se podía haber asimilado la derrota por un lado y la victoria por el otro.

Esto es una cosa esencial que tiene la democracia, en una elección se puede perder. Pero el candidato Martínez no quiso asimilarlo, su lucha interna lo opacó y quiso su momento de euforia, fugaz ,pero lo tuvo. Pero fue por lo menos mezquino, con el resto de la sociedad. Para el sistema uruguayo esto fue diferente, no había pasado y no es argumento la diferencia . En un Balotaje no importan los porcentajes importan los votos y el que tiene más gana, así sea uno. El resto es superfluo, no figurará en la historia.

Mientras tanto y para sorpresa de la vecindad latinoamericana no lograban entender cómo el lunes siguiente y para terminar el escrutinio final no hubiera movilizaciones, revueltas, denuncias de fraude, etc, etc. Afortunadamente seguimos manteniendo en algo el espíritu republicano que permitió que se mezclaran festejos entre militantes de ambos lados o lo que pasó en ese retrasado festejo en Kibón , el sábado,con ciudadanos frentistas felicitando a los ganadores.Nuevamente la gente de a pie se impuso a las cúpulas. Pasó en la elección y tendrán que tomar nota.

El festejo es el acto público que conmemora una fiesta y se celebra para que disfruten los que asisten , en este caso dilatado lo cual le quitó, por lo menos en lo local, su esencia y espontaneidad. Hasta se podría preguntar dónde estaban los “cabezas” de lista, “candidatos”, de la elección nacional, de los distintos partidos que conforman la “coalición multicolor” , varios faltaron a la cita.

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