Se conmemoró el centenario del genocidio armenio.

Gobierno, autoridades, ex presidentes, conmemoraron  los 100 años del genocidio del pueblo armenio…

 

El Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo fue el escenario donde la comunidad armenia junto a las autoridades nacionales realizó un acto de conmemoración de los 100 años del genocidio del pueblo armenio. Al haber sido Uruguay el primer país en reconocer, en 1965, la matanza de un millón y medio de armenios como un genocidio, la comisión de conmemoración entregó reconocimientos a exlegisladores y expresidentes, a saber, Julio Mª. Sanguinetti, Luis A. Lacalle, Jorge Batlle. También se entregó un reconocimiento al Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en representación del apoyo del pueblo uruguayo. 

 

En representación de la Comisión de la Conmemoración del Genocidio del Pueblo Armenio, Javier Polatián reflexionó sobre la lucha de la comunidad armenia por mantener la memoria y la justicia, al tiempo que abogó por la tolerancia y la paz.

El presidente de la Asamblea General y vicepresidente de la República, Raúl Sendic, fue el orador en representación del pueblo uruguayo. Expresó que “si hablamos de genocidio, un hecho repudiable desde todo punto de vista, también podemos estar hablando sobre las voces que sobrevivieron, sobre la memoria colectiva y sobre la búsqueda de la verdad y la justicia. Hablamos de algo por lo cual seguir rasgando las paredes del tiempo de lo doloroso, para que de esa búsqueda surja la esperanza”. 

 

Sendic recordó los principales episodios de la historia en los que el pueblo armenio fue sujeto de deportaciones, expropiaciones, secuestros, tortura y masacre, en manos de las autoridades turcas a finales del Siglo XIX y que tenía como objeto desarticular el impulso nacionalista legítimo de la comunidad armenia.

 

También recordó que Uruguay en 1965, mediante la Ley 13.326, fue el primer país en reconocer este acto contra la vida como un genocidio que exterminó a un millón y medio de personas.

 

“Los genocidios se enmarcan en una de las peores formas de degradación de los seres humanos por parte de quienes pertrechados bajo el mando del poder, cualquiera sea su forma, arrasan con la vida de un conjunto de individuos por el mero hecho de ser distintos o simplemente diferentes”.

 

Agregó que un genocidio no reconoce los conceptos de ‘paz’, ‘tolerancia’, ‘respeto’, ‘derecho’. ‘libertad’  o ‘justicia’, y enfatizó las palabras del poeta Avedik Isahagian (1875-1957) que significan la lucha del pueblo armenio de ayer y de hoy: “Nacer armenio es una desgracia y vivir como armenio es un heroísmo”.

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