BM: US$326 millones para mejorar la red vial del país
Uruguay primer país de la región con la nueva herramienta de financiamiento que recibe por resultados
El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó dos préstamos con un valor total de US$326 millones para apoyar a Uruguay a llevar adelante su programa de reformas, mejorar la red vial del país y contribuir al fortalecimiento de sus instituciones. El paquete de financiamiento incluye dos proyectos: un Préstamo para Políticas de Desarrollo (DPL, por sus siglas en inglés) de US$260 millones, y un Programa de rehabilitación y mantenimiento vial del Uruguay, de US$66 millones.
El Préstamo para Políticas de Desarrollo apoya un programa de reformas del Gobierno de Uruguay con el fin de consolidar el crecimiento con equidad social y otorga una nueva línea de financiamiento para enfrentar el impacto de la incertidumbre internacional.
“Frente a la incertidumbre del contexto internacional, la política económica tiene la responsabilidad de reducir las vulnerabilidades financieras. En ese sentido se han desplegado una serie de medidas que hacen la agenda interna y es también en ese marco que hay que entender el recurso a este instrumento acordado con el Banco Mundial”, sostuvo Fernando Lorenzo, Ministro de Economía y Finanzas de Uruguay, quien agregó que, “nos congratulamos por la disponibilidad de esta clase de instrumentos contingentes que, junto con el despliegue de nuestra propia agenda, nos permiten enfrentar con confianza la incertidumbre que caracteriza el contexto internacional”.
Por su parte, el Programa de rehabilitación y mantenimiento vial del Uruguay contribuye a financiar obras de rehabilitación y mantenimiento en los 8.875 km de la red vial nacional del Uruguay, durante los próximos tres años, utilizando la nueva herramienta de financiamiento llamada Programa por Resultados.
Ambos proyectos se enmarcan en la Estrategia de Alianza del Banco Mundial con Uruguay 2010-2015, cuyos pilares son: la reducción de la vulnerabilidad macroeconómica y fortalecimiento de la administración del sector público; la mejora de la competitividad y de la infraestructura; la protección del medio ambiente, mitigación de los efectos del cambio climático y fortalecimiento de la agricultura familiar; y mayor inclusión y equidad social.
“Uruguay ha logrado reducir la pobreza y la inequidad de forma significativa en los últimos años. Un desafío mayor hoy es asegurar que los uruguayos que se han beneficiado de esto no corran el riesgo de recaer en situaciones económicas precarias, en especial teniendo en cuenta el entorno mundial incierto y volátil”, aseguró Peter Siegenthaler, Representante del Banco Mundial en Uruguay. “Los dos programas aprobados hoy responden a ese desafío, reforzando las finanzas públicas y consolidando la agenda de reformas. Se destaca también una nueva herramienta que respalda el esfuerzo del Gobierno de introducir a las políticas públicas una mayor orientación hacia los resultados”.
Durante el periodo 2013-2015, el préstamo de US$66 millones del Programa de rehabilitación y mantenimiento vial del Uruguay contribuirá a financiar el Programa de rehabilitación y mantenimiento de la red vial nacional, implementado por el Ministerio de Transporte y Obras Publicas (MTOP) y la Corporación Vial del Uruguay (CVU). Contempla rehabilitar casi 500 km de carreteras, incluyendo puentes, sistemas de drenaje, y mejorar la señalización de los casi 9.000 km de rutas nacionales en el período de tres años, así como desarrollar los contratos de mantenimiento vial por desempeño. Cabe resaltar que este Programa también está apoyado por otros organismos internacionales de desarrollo.
Para brindar respaldo a Uruguay en la búsqueda de soluciones más innovadoras, esta operación utiliza por primera vez en un país de América Latina y El Caribe una nueva modalidad de financiamiento denominada Programa por Resultados (PforR, por sus siglas en inglés). Esta nueva herramienta fue aprobada por el Directorio del Banco Mundial en enero de este año. Apoya programas gubernamentales de inversión que están en marcha y tiene como característica principal la de vincular los desembolsos de fondos directamente con la obtención de resultados definidos; de esta forma, el dinero se entregará cuando se hayan logrado y verificado los resultados. La otra característica importante de esta herramienta es que apoya el fortalecimiento institucional de las agencias ejecutoras, de manera a tornar más eficientes sus procesos
Por su parte, el Tercer Préstamo Programático para Políticas de Desarrollo y de Implementación de Reformas viabiliza un grupo de reformas en tres áreas clave que fueron identificadas y priorizadas por el Gobierno:
- · Mejorar la eficiencia en el uso de recursos públicos. avanzar hacia una gestión del sector público orientada a resultados, continuar con las reformas de la gestión de las finanzas públicas, como la gestión de la deuda, o del tesoro, y del gobierno electrónico.
- · Promover una mayor inclusión social, a través de una mayor cobertura, equidad y eficiencia de los programas sociales. Se destaca en este rubro los avances hacia la universalización de la cobertura del seguro medico, y la mejora de la información acerca de los beneficiarios, lo que permite mejor focalizar políticas en el público objetivo.
- · Mayor inclusión financiera. Se fomenta el acceso a servicios financieros de grupos de ingresos bajos y la reducción de la informalidad, en una primera etapa a través del pago, a través de tarjetas de débito, de asignaciones familiares y de la Tarjeta Uruguay Social, con una reducción completa del IVA en transacciones efectuadas con estas tarjetas.
El préstamo, al igual que el otorgado en 2011, opera como una línea de crédito contingente para el Gobierno, con fondos disponibles en los próximos 3 años que se pueden usar con flexibilidad, según sea necesario. Se financia mediante la herramienta denominada Mecanismo de Opción de Giro Diferido, creada específicamente para países que no tienen una necesidad inmediata de financiamiento pero que quieren contar con un seguro adicional en caso de que se produzca un deterioro imprevisto en el entorno externo. Se trata de un préstamo a 20,5 años, con 15 años de gracia, y una tasa de interés variable.