¿QUIÉN GANARÁ EL BALOTAJE?
rochatotal.
Por Esteban Valenti.
Esta será, en las próximas cuatro semanas la pregunta más insistente en todo el Uruguay. Y cada uno tratará de responderla o zafar como pueda. ¿Se puede responder categóricamente? No, de lo contrario no se harían ni las campañas ni la nueva concurrencia a las urnas y dar una respuesta concluyente es subestimar la libertad de los ciudadanos. Pero…
Pero se pueden analizar ciertas circunstancias y definir las posibilidades. Eso deben hacer los políticos, aunque decidan pelear a muerte por su opción y sobre todo deben hacerlo los analistas, los llamados analistas y los repetidores de generalidades y obviedades. Que abundaron.
Como punto de partida, la ventaja de los opositores – nos guste o no – eso es independiente, es notoria. El 60% de los votantes del domingo pasado votó contra este gobierno y en el eje continuidad o cambio votó por partidos que están por el cambio. Ese eje continuidad o cambio lo instaló tanto el FA y el gobierno como la oposición, como el tema central. Y ganó el cambio.
Segundo, Cinco partidos de la oposición (Partido Nacional, Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido de la Gente y Partido Independiente) que además tienen una cómoda mayoría parlamentaria, 17 senadores y 57 diputados (no cuento al PERI) le dieron su apoyo la misma noche de las elecciones a la fórmula Lacalle-Argimón.
Los dos discursos iniciales, de la noche de las elecciones, tuvieron diferencias substanciales, desde lo político, lo humano, lo táctico y como inicio de la campaña del balotaje. La fórmula del FA se limitó a repetir el mismo esquema, lo que hicimos lo vamos a hacer mejor y los adversarios van a hacer un arreglo de cúpula, nosotros tenemos un programa único. Demostrando que no entendieron en absoluto el mensaje de las urnas donde perdieron 196 mil votos (9%) 2 senadores y 8 diputados. Se hablaron para ellos.
La gente ya no cree en los infalibles, en los dueños de la verdad a través de las mayorías absolutas y los brazos de yeso. Con ese poder inmenso el gobierno no logró resolver por sí solo y ante sí solo, los problemas más graves que la gente percibe, el empleo y la economía, la inseguridad (47% de votos por la reforma…); la educación, el despilfarro en el Estado y otros errores y horrores. La autocrítica, fue un adorno, practicado por algunos sectores del FA, que no les fue mal, pero no es el discurso del Frente ni de la fórmula. Más de lo mismo y mejor de lo mismo. Y eso la gente lo rechaza.
La avalancha de publicidad, propaganda oficial, estatal, del Frente, de todas sus listas, algunas realmente millonarias, no alcanza. Hace falta política, otro tipo de campaña y no se ve por ningún lado ese cambio. Al contrario.
El peligro despertó a un solo mamado, al pueblo frenteamplista más firme, más afirmado en sus valores históricos, que contra viento y marea, sacó sus banderas queridas a la calle a último momento y evitó un gran papelón. Pero eso no funcionó con los dirigentes, con la mayoría, no entendieron lo que está sucediendo en la sociedad uruguaya, al menos en el 60%. ¿Por qué lo van a entender en 4 semanas?
Los impulsos desde el exterior para el FA fueron impresionantes. Y nada tiene que ver el Foro de San pablo como dice el imbécil e irresponsable de Maduro. Tiene que ver con el fracaso notorio desde hace 40 años del modelo chileno, que acumuló presión como una enorme olla, con gobiernos de derecha, de centro derecha, de centro izquierda y en dictadura. No hay ninguna proporción entre lo que creció el país y como se distribuyó la riqueza. Y la olla explotó, en el mejor momento para el FA.
Lo mismo puede decirse de Macri y su rotundo fracaso, a pesar de que alcanzó el 40% de los votos (lo mismo que el FA) y deja el país con 39% de pobreza…Pero con todo eso la voluntad de los uruguayos se basó en otras cosas, bien orientales y concretas.
Algunos descubrieron ahora que la inseguridad jugó negativamente. ¡Eureka! Cuanta agudeza. Y la solución es cambiar por uno de los integrantes del mismo equipo que manejó la inseguridad durante los últimos interminables años. ¿Cómo harán para convencer a la gente que van a cambiar algo?
Las declaraciones del vocero designado de la campaña del FA, es la confirmación de que hay una enorme posibilidad de que pierdan el balotaje. Nos duela o nos guste. La gobernabilidad será sin duda un tema central de la campaña hacia el balotaje, si el oficialismo lo va a encarar con esa liviandad, es otro punto en contra.
Luego de gobernar en solitario durante 15 años y 30 en Montevideo, sin reconocer en el fondo las carencias, los errores, los problemas graves, la pluralidad, el apelar a un amplio espectro de fuerzas políticas incluso de centro y de derecha es visto por mucha gente, como el eje del cambio. Con terminar con los infalibles, de tantos episodios oscuros y trágicos para el país, aunque el primer gobierno del FA haya sido un buen gobierno. Ya es prehistoria.
Es ese primer gobierno, que les permite seguir siendo la primera fuerza política nacional y figuras como José Mujica que aunque yo no tengo nada que ver con su pensamiento y su conducta, hay que reconocerle que es de los políticos que salvan la petiza en el FA y obtienen casi 300 mil votos, aunque hayan perdido 60 mil votos. Y Oscar Andrade y Mario Bergara que cada uno por su lado hicieron algo, alguito de autocrítica, tarde y sin convicción. Y sobre todo sin completar nunca el análisis. ¿Por qué? Tendrían que hablar de cosas políticas muy incómodas. Y no lo harán.
El resultado final del balotaje no será 58% a 42% a favor de la oposición, pero remontar 16 puntos con este cuadro político y social, con esta campaña, sería un milagro. Y en política no existen los milagros.