La política en tiempos de ajedrez
rochatotal//Ricardo Méndez Molina.
Es el momento de tomar definiciones; cosa que está pasando en todos los partidos y sus sectores. Muchos ’ nenes para el trompo’, muchas caras nuevas, algunos ya militantes de segundo plano, que esperan tener mayor visibilidad. Cosa lógica. Entre remueva y renueva, hay distancias. La ‘renovación’ es buena, claro, se pecha con el muro de ‘trayectorias’; estructuras muy férreas y los espacios todavía son escasos. En todos los partidos han aparecido caras nuevas, y con ellos sus pretensiones.
No hay un modelo de desarrollo de líderes locales, todo es verso en el momento de las definiciones y vemos a los’ líderes’, como ’estrategia’, arrimando algún referente social, sea del deporte, la música , etc,.para complementar la propuesta. Pero hay otros factores medulares en la participación política, más allá de las aspiraciones que se puedan tener. El conocimiento a nivel social, su imagen, grado de credibilidad que se tenga, pero, algo no menor, la financiación de la campaña. Este es un punto neurálgico, por el que no todos pasan.
En estos momentos, el ajedrez político está enfocado en la realización – grupos menores o mayores- de sub lemas que permitan lograr bancas. Esto tiene su ciencia y el que mejor lo entienda saca ventaja. Lo bisoño de algunos acuerdos, en sub lemas, termina mal. Es como que vayan caminando juntos un elefante y un ratón, demasiado riesgo; el grande tiene todo para ganar y más espacio para caminar.
Pero los sub lemas son necesarios y a recordar, para acceder a la banca, se utiliza la lógica de representación proporcional integral que marca, lema, candidato, sub lema, lista más votada, ese es el orden. Método de adjudicación -elaborado por el belga Víctor d`Hondt y el algoritmo rectificado por Máximo Halty- que utiliza un juego matemático sobre porcentajes de votos válidos a favor del lema.
Otra mecánica, rebuscada, utilizada en oportunidades -donde se requiere por los menos que se haga en dos departamentos- es las ‘listas espejo’ , (el FA lo utilizó acá en la última elección) cosa que en este momento no se ha dado. Los votos son neurálgicos para ‘los de arriba’. Un sub lema puede retener, o ganar una banca.