Cuando Latinoamérica se enteró que en Uruguay la mujer también podía votar

rochatotal//Ricardo Méndez Molina

Cerro Chato, una localidad donde sus habitantes conforman un trifinio entre los departamentos de Durazno, Florida, y Treinta y Tres, se constituyó en un lugar histórico; allí votarían por primera vez en el país las mujeres , y no fue solo del país sino de Latinoamérica. Se venía en el proceso de consolidación de Uruguay como “país modelo” creado bajo la égida del batllismo; se presentaban como principales instrumentos los partidos políticos, que ejercían los cambios en función de sus intereses electorales y políticos específicos.

En las discusiones sobre los valores que caracterizaban Uruguay, el tema de los derechos políticos de las mujeres estuvo presente. Los partidos tomaron a las mujeres como objeto político como uno de los ejes de esa consolidación democrática y social. En ese clima político social se gestaba un gran conflicto localista, era el año 1927, la discusión: a qué jurisdicción pertenecería el pueblo. Tras debates, reclamos y cálculos políticos, la duda, que terminó en una votación entre vecinos, dio lugar a la primera contienda electoral con participación de mujeres, no solo en Uruguay sino que en toda América del Sur.

Los comicios se realizaron el 3 de julio de 1927 y votaron un total de 356 personas de las 383 inscriptas, y de esta cantidad “más de cien eran mujeres; un porcentaje altísimo”, según narró a El Observador el historiador y miembro de la Comisión Histórica del lugar, Ike Lago. Lo que le da valor al plebiscito de Cerro Chato es justamente que las mujeres votan de manera legítima, y, lo que es muy importante, colectiva”, dijo.

“A Cerro Chato no lo funda nadie”, contó Lago. Relató que el proceso de gestación de la localidad se remonta a mitades del siglo XIX, cuando el vasco Nicolás Miranda se muda al área con su familia e instala allí una pulpería en 1844 .El historiador explicó que “cuando la población empieza a instalarse lo hace arbitrariamente, en todas las direcciones”, y así avanzó sobre el territorio de todas las jurisdicciones “dejando al pueblo definitivamente dividido en tres”.

Así, el lugar ;comenzó a tomar una forma definida avanzado el siglo XX, y “los habitantes de Cerro Chato reclamaban a las autoridades que se lo declarara pueblo porque evidentemente lo era. Tenía escuela, ferrocarril, oficinas públicas, y demás”, destacó. Tras los reclamos, la demanda fue atendida el 5 de agosto de 1926 cuando el Consejo Nacional de Administración, presidido en ese entonces por Luis Alberto de Herrera, resolvió realizar un plebiscito consultivo entre los habitantes de Cerro Chato para que manifestasen su opinión respecto a qué departamento debía pertenecer el pueblo.

Los derechos políticos de las mujeres en Uruguay se habían reconocido en 1917, y desde 1932 estaban habilitadas a votar en elecciones nacionales a partir de la promulgación de la Ley 8.927, un derecho que ejercieron por primera vez en las elecciones nacionales donde resultara electo el presidente Alfredo Baldomir en 1938, tras el cese de la dictadura de Gabriel Terra (1933-1938″ Sin embargo, años antes, el entonces ministro de Instrucción Pública Carlos María Prando fue quien propuso incluir a las mujeres en el decreto que reglamentaba el plebiscito de Cerro Chato.

En base Observador,Fotos El País