Las Grietas que nos unen …
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Por Dr. Daniel Chirico Costoya
Mucho se insiste por estos días, en la crisis del capitalismo, acólitos de sus fracasados sistemas ven en otros lo que aun no sucede. La Pandemia ha generado en el Mundo por encima de todo una crisis social y ha puesto al desnuda nuestra frivolidad que poco tiene que ver con letras de cambio o subas de dólar, sino con algo mucho más profundo y que se refiere a la matriz del ser humano modelo siglo XXI.
Días pasados la escritora Mercedes Vigil, ponía sobre la mesa un tema que subyace a los disturbios a lo ancho y lo largo del globo que se mezclan con la Pandemia en el peor coctel de no distanciamiento social que podemos hacer, pero ahí amos y hacía referencia a la probable fecha de vencimiento del Estado tal como lo conocemos. Argumentos para tal sentencia no faltan ,desde la pérdida del bien común , hasta los más crueles individualismos que atribuyen las causas de las frustraciones a un modelo económico y la reparación por parte éste de todos nuestros males, mal subsidiando en muchos casos nuestra propia desidia
Alvin Toffler en su “Shock del Futuro”, escrito haya por unos lejanos ‘70s, nos hablaba de dos cosas que identifican a la sociedad post industrial y son la transitoriedad y el aceleramiento. La primera se vincula a los lazos laxos que establecemos con nuestro entorno y la segunda como la misma procesa esos cambios, cada vez más rápidos cada vez más violentos.
Es pues este coctel a mi entender la explicación de tanto caos o al menos uno de sus ingredientes fundamentales, los reclamos socio-económicos se suman de manera exponencial y a la falta de capacidad de las sociedades libres de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos se le suma la imposición forzosa de un confinamiento , en un necesario consciente colectivo, en el que ya muchos obviamente urgidos ya no reparan.
Venezuela y Argentina son un muy buen ejemplo de ambas cosas, país que transitaban uno y transitan el otro su peor momento histórico con una recesión que no necesitaba carga viral y que ahora tiene el plus de destinar lo poco o mucho de sus fondos a un convidado de piedra que fagocita recursos a unas arcas que ya estaban exiguas previamente.
Cuál sería la receta de salir de esta recesión en condiciones normales?, pues abrirse al Mundo, atraer inversores?, el subjuntivo del verbo ser , es una declaración de intenciones , pero bien no ocurrirá mientras del otro lado del Plata o el Mussolini tropical persistan en su porfía pero si así lo hicieran , que países hoy serian el destino de sus productos, la lista es breve porque el confinamiento que creíamos superado comienza a golpear nuevamente la vieja Europa y como el juego de la oca, volveremos a empezar.
No obstante, lo económico subyace y lo político que en segundo plano que condiciona lo primero, cercenar libertades es una buena excusa cuando se llama coronavirus la razón.
Pero esta tragedia que a todos incluye es solo un condimento de la percepción de nuestra desnudez, porque en otras latitudes tal vez con otros medios, más recursos, menos obligaciones y más o menos postergados el caos, parece ser el denominador común. Europa se resiste a su confinamiento, a pesar de sus muertos, a pesar de sus costos, a pesar de la primera ola, la segunda en ciernes, pondrá en evidencia que tanto hemos aprendido como raza a cuidarnos, a evitar la misma piedra, aunque tenga un luminoso en la punta, y no la queramos ver.
He dicho en otras oportunidades que la sociedad tan enferma en que vivimos no la cambia un virus o una cuarentena, tal vez sea una cuestión de muertes, de Productos Brutos Internos de acciones de bolsa o de conciencia.
Mezclar capitalismo con Pandemia es un ejercicio que no pocos hacen como si aquel fuera la causa de esta o si como la misma fuera una Declaratoria Universal del colectivismo, pues me temo y con certeza de que no es así, son ingredientes de un mismo problema, pero no conozco al menos hoy alguna otra forma de relacionamiento entre el que trabaja y el que percibe el producto de aquel que no sea esta forma de ordenamiento transaccional.
A veces escuchamos que por decreto se quiere abolir la realidad, se la desestima, se la culpa, y ella en síntesis es el lugar donde ocurren las cosas y el contenido se lo aportamos nosotros, no entenderla retrasa o posterga las soluciones.
El poder es algo fácil de conseguir hoy día, difícil de ejercer y muy fácil de perder, según la sentencia de un exitoso periodista y escritor venezolano, llamado Moisés Nahim.
Necesitamos, tener más consensos en nuestro disenso por contradictorio que parezca, la Pandemia, a la que le buscamos denodadamente su fecha de vencimiento aun nos acompaña y si no pensamos seriamente en cómo enfrentarla no podremos pensar en un mañana tal como hoy lo conocemos, las fracturas que tendrá la sociedad no tendrán lugar para ideologías en la anarquía, no tentemos aun mas nuestra maldita suerte.
Por ingenuo que parezca la grieta que tienen nuestras sociedades nos une, pero en la tragedia y algunos aun no se dieron cuenta.
daniel.chirico@hotmail.com