Balance de InSight Crime de los homicidios en 2020

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Si bien en 2019 hubo agitación en gran parte de América Latina, en 2020 el coronavirus fue el protagonista y estremeció a la región en 2020, desestabilizando todas las actividades, desde las operaciones comerciales hasta el accionar de pandillas locales y organizaciones criminales transnacionales.

Es muy pronto para saber con certeza de qué manera la pandemia pudo haber impactado los niveles de violencia, pero sí se presentaron hechos importantes, como las significativas reducciones de la violencia en El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela, que históricamente han sido algunos de los países más violentos de América Latina y el Caribe.

En su balance anual de los homicidios, InSight Crime examina las tasas de homicidio en cada uno de los países de la región, así como los factores que influyen en dichas tasas. En el caso de Bolivia el gobierno no proporcionó datos actualizados  del 2019-2020 para este inforne. Uruguay se ubica en el quinto escalón.

*Jamaica: 46,5 por 100.000

Jamaica registró 1.301 asesinatos en 2020 y tuvo la tasa de homicidios más alta de la región, de 46,5 por cada 100.000 habitantes, según datos oficiales publicados por el Cuerpo de Policía. Naciones Unidas considera que cualquier tasa de homicidios superior a 10 por cada 100.000 habitantes es una “epidemia“. El total de asesinatos en Jamaica experimentó un leve descenso con respecto a los 1.339 asesinatos de 2019 y representa una mejoría con respecto al total de 1.647 en 2017.

En contravía a la disminución de los crímenes “graves” el año pasado, los tiroteos en todo el país aumentaron en 2020. Algunos informes señalan que las pandillas de Jamaica y Haití han estado involucradas en un violento comercio, intercambiando marihuana por armas. Según un informe de investigación de Jamaica Gleaner, barcos cargados con hasta 3.000 libras de cannabis han estado yendo de Jamaica a Haití, donde se intercambian drogas por armas de fuego y armas de asalto de alta potencia.

Tras los intentos de atacar la violencia pandillera mediante la implementación de Zonas de Operaciones Especiales y los planes de juicios masivos el año pasado, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, se dirigió a los ciudadanos en su mensaje de Año Nuevo, pidiéndoles que ayudaran a frenar la cultura de la violencia en el país.

Holness añadió que, como parte del plan de seguridad de Jamaica a largo plazo, los funcionarios tienen la intención de ampliar las Zonas de Operaciones Especiales, y modernizar la tecnología utilizada por la policía y las fuerzas de defensa en 2021.

Venezuela: 45,6 por 100.000

A pesar de las continuas crisis económicas, sociales y políticas que padece Venezuela, el país registró una disminución sustancial de los homicidios en 2020. Según datos del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), los 11.891 asesinatos registrados a lo largo del año representan una tasa de homicidios de 45,6 por cada 100.000 habitantes, y una reducción de casi el 30 por ciento con respecto a las cifras de 2019.

Si bien la violencia sigue siendo desenfrenada, los datos muestran una importante disminución en todo el país, casi con toda seguridad debido a la cuarentena y otras restricciones a la circulación a causa del coronavirus. Sin embargo, otros indicadores de seguridad plantean serias preocupaciones. Por primera vez en la historia del país, según el OVV, los asesinatos por parte de las fuerzas de seguridad, que han ido en aumento desde 2016 en todo el país, representaron una preocupante proporción de los homicidios. Por cada 100 asesinatos perpetrados por presuntos criminales, 101 fueron atribuidos a las fuerzas de seguridad del país.

Aunque es importante reconocer la disminución de los asesinatos en 2020, el OVV advierte que hay una epidemia de violencia que sigue afectando a todos los estados, así como a la capital, Caracas. Tres de los municipios más violentos del país, con tasas de asesinatos superiores a 100 —El Callao, Roscio y Sifontes—, se encuentran en la región minera del estado Bolívar, fuertemente disputada por los sindicatos mineros, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las fuerzas de seguridad del gobierno, según el OVV.

Honduras: 37,6 por 100.000

Después de observar un repunte de los asesinatos en 2019 por primera vez en varios años, las autoridades de Honduras registraron una ligera disminución de los asesinatos en 2020. Los 3.496 homicidios registrados durante el año representan una tasa de homicidios de 37,6 por 100.000 habitantes, es decir, un promedio de unos 10 asesinatos por día, según conclusiones preliminares del gobierno. Aunque rebajó casi 13 por ciento con respecto al número de asesinatos en 2019, Honduras siguió siendo el país más violento de Centroamérica.

De hecho, la dinámica en las calles quizá haya menguado, pero el sistema penal del país, sobresaturado con aproximadamente el doble de prisioneros de los que puede albergar, experimentó una agresiva ola de violencia durante 2020. En las prisiones de máxima seguridad del país se presentaron varios disturbios, masacres y asesinatos selectivos. Además, las autoridades registraron la primera masacre dentro de una prisión de mujeres, cuando seis mujeres con presuntos vínculos con la MS13 fueron asesinadas por miembros rivales de Barrio 18 a mediados de junio.

Además, los cambios en el poder llevaron al asesinato de importantes políticos. En mayo de 2020, hombres armados mataron a tiros a un exdiputado del Partido Nacional, partido actualmente en el poder, quien tenía vínculos con una organización narcotráficante que surgió en Copán a partir del poderoso clan de Los Valle. Luego, en junio, un candidato al Congreso por el Partido Nacional fue asesinado en Atlántida.

La lucha contra la violencia letal seguirá siendo un tema apremiante este año para quien asuma el poder después de las elecciones presidenciales de 2021. En solo los primeros cuatro días del año, el gobierno ya había registrado 54 homicidios, frente a los 42 registrados durante los primeros días de 2020, según informes de medios locales.

México: 27 por 100.000

Después de registrar niveles récord de homicidios durante los últimos tres años, la cantidad de asesinatos documentados por las autoridades en México en 2020 se estabilizó, aunque la situación general de seguridad se mantuvo precaria en el mejor de los casos.

Los 34.515 asesinatos y al menos 969 feminicidios (el año más violento en este sentido desde 2015, cuando las autoridades comenzaron a documentar este tipo de crímenes) registrados el año pasado, según el secretario de seguridad Ricardo Mejía y datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), totalizaron 35.484 muertes violentas y representaron una tasa de homicidios de 27 por cada 100.000 habitantes, una disminución de menos del uno por ciento con respecto a 2019.

El estado de Guanajuato, ubicado en la región central, volvió a ser el más violento del país, con casi 5.000 personas asesinadas allí solo el año pasado, o un promedio de unas 12 por día. El estado también fue peligroso para los agentes de policía. Los 84 asesinatos policiales registrados en el estado representaron el 16 por ciento del total de 524 agentes asesinados en todo el país en 2020, un aumento considerable con respecto a los 446 agentes asesinados en 2019, según datos del observatorio Causa en Común.

*Colombia: 24,3 por 100.000

Si bien la tasa de homicidios en Colombia descendió una vez más en 2020, el país andino debió enfrentar otras amenazas de seguridad. Los 12.018 homicidios registrados por la Policía Nacional en todo el país el año pasado definieron una tasa de homicidios de 24,3 por cada 100.000 habitantes, un poco menos de seis por ciento del total de asesinatos registrados en 2019.

El departamento de Antioquia, que por mucho tiempo ha sido un sitio de alta criminalidad, aportó la mayor parte de la disminución de los homicidios del país el año pasado, aunque en la zona continuó la actividad de diversos grupos criminales, como Los Urabeños, integrantes de la ex-FARC mafia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Los Caparrapos, todos los cuales se disputan este territorio, a menudo mediante una red de alianzas que varían constantemente.

Pero si bien los asesinatos han disminuido en todas las regiones, la violencia selectiva contra líderes sociales y excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no ha cesado.

Los 73 exguerrilleros de las FARC asesinados en 2020, según datos de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, representaron casi el 30 por ciento de los 248 excombatientes que han sido asesinados desde que se firmó el histórico acuerdo de paz con el gobierno en 2016. Al menos 42 líderes sociales también fueron asesinados durante el año pasado, según datos de la ONU; sin embrago, Indepaz, grupo colombiano de monitoreo de conflictos, sitúa el número de víctimas por encima de 300.

Además, Indepaz documentó 90 masacres —definidas como el asesinato de tres o más personas— con un total de 375 víctimas en 2020, un grave repunte que ha provocado la condena de las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales y los líderes comunitarios locales.

*Brasil: 19,3 por 100.000

En septiembre de 2020 se registraron 30.727 asesinatos en Brasil, según el Monitor de Violencia de Globo, lo que ponía al país en un total proyectado de 40.969 asesinatos y una tasa estimada de homicidios de 19,3 por cada 100.000 habitantes. Una vez más, Brasil tuvo el mayor número de asesinatos totales entre los países de América Latina. Las cifras de 2020 rompieron los niveles récord de disminución de los asesinatos, pues los homicidios del país aumentaron levemente con respecto al total de 2019, que fue de 39.377.

La zona noreste del país fue en gran parte responsable del repunte general, mientras que, según Globo, otras regiones experimentaron una disminución en las muertes. El estado de Ceará en particular fue un punto crítico de violencia, debido en parte a un motín en la policía militar del estado a principios de año. Los medios locales informaron que el estado había tenido su febrero más violento desde al menos 2013, cuando durante una huelga policial que se extendió por 13 días las autoridades registraron 312 homicidios, lo que en gran parte contribuyó al total de 456 asesinatos durante ese mes.

La ciudad de Manaos, en el estado septentrional de Amazonas, en Brasil, también registró un derramamiento de sangre a principios del año pasado, debido a la intensificación de la disputa entre dos bandas de narcotraficantes, el Comando Rojo (Comando Vermelho, CV) y la Familia del Norte (Familia do Norte, FDN). Desde enero, el Comando Rojo trató de poner fin a la guerra mediante una toma violenta de la capital del estado. Debido en gran parte a eso, en la ciudad hubo 106 asesinatos solamente en enero, y otros 55 hacia mediados de febrero, según medios brasileños con base en cifras policiales.

Sin embargo, Samira Bueno, directora ejecutiva del Foro Brasileño de Seguridad Pública, indicó que el aumento de la violencia podría considerarse como parte de una tendencia más amplia, y dijo en un informe de Globo que los estados con políticas bien estructuradas para frenar los homicidios, como Espírito Santo, Paraíba y São Paulo, también habían experimentado un aumento en los asesinatos. Indicó que esto podría deberse a la discontinuidad de las políticas públicas adoptadas anteriormente para hacer frente a la violencia.

Por otro lado, el estado de Río de Janeiro tuvo tasas históricamente bajas de asesinatos en 2020. A pesar de que al principio hubo un repunte en los asesinatos cometidos por la policía durante la pandemia, el verano pasado los asesinatos en Río mostraron una tendencia a la baja. En septiembre, el estado registró su tasa mensual más baja de homicidios en más de tres décadas, según datos oficiales del Instituto de Seguridad Pública (ISP) del estado. Las muertes a manos de la policía disminuyeron sustancialmente en junio y julio, ya que las operaciones en las favelas de Río fueron suspendidas por funcionarios de la Corte Suprema.

*Uruguay: 9,3 por 100.000

La tasa de homicidios de Uruguay se mantuvo relativamente estable, y el total de asesinatos disminuyó por segundo año consecutivo. Según datos del gobierno, el país registró 326 asesinatos en 2020, lo que da una tasa de homicidios de 9,3 por 100.000 habitantes. Esto se presenta después de un récord de 416 asesinatos solo dos años antes.

A pesar de la disminución en los asesinatos, en Uruguay surgieron una serie de problemas de seguridad el año pasado. El país experimentó un mayor número de ataques contra las autoridades, y el Ministerio del Interior reveló que cerca de 80 agentes de policía fueron agredidos durante las primeras cinco semanas de 2020 en todo el país. Alrededor de un tercio de esos ataques estuvieron relacionados con robos violentos, en algunos de los cuales fueron robadas las armas de los agentes, quizá para ser revendidas en Brasil o para uso por parte de las pandillas en el país.

En Uruguay hubo además ataques contra miembros del ejército, y se presentó el asesinato sin precedentes de tres soldados de guardia en la base naval de Fortaleza de Cerro, ubicada en la capital, Montevideo. Ambas tendencias suscitaron temores de que los actores criminales están empezando a actuar de manera más abierta en el país, que desde hace mucho tiempo aparece como uno de los más seguros de la región.

*Perú: 8,3 por 100.000

La tasa de homicidios de Perú parece haberse mantenido relativamente estable en 2020. De enero a junio, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) registró 1.358 informes de asesinato y homicidio intencional, lo que dejó al país con un total anual proyectado de 2.716 y una tasa estimada de homicidios de 8,3 por 100.000.

Los datos disponibles apuntan a una leve disminución con respecto al total de 2.803 asesinatos en 2019 y reflejan una tendencia gradual a la baja de los homicidios en el país, ya que los asesinatos habían ascendido a 3.012 en 2018. Sin embargo, el total proyectado del año pasado seguiría siendo el tercer más alto del país en los últimos años.

El aumento de la violencia en Perú está casi con seguridad relacionado con el permanente estado de agitación política, lo que indica por qué los homicidios siguen siendo más altos que los registrados antes de 2018. En noviembre, el expresidente Martín Vizcarra fue destituido por el Congreso peruano debido a acusaciones de corrupción, las cuales él negó, y que desencadenaron violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Lima y otras ciudades.

Sin embargo, el país también enfrentó otros tipos de violencia. Muchos líderes sociales de Perú fueron atacados durante la pandemia. Cuatro líderes indígenas de la Amazonía del país fueron asesinados después de que el gobierno declarara el estado de emergencia por COVID-19, lo que indica que los defensores del medio ambiente que luchan contra la tala ilegal, la minería y el narcotráfico tuvieron que enfrentar las amenazas prácticamente sin ayuda de las autoridades. Por otro lado, la violencia en la frontera del país con Ecuador aumentó debido a enfrentamientos entre contrabandistas.

*Argentina: 4,6 por 100.000

Durante los primeros seis meses de 2020, las autoridades argentinas registraron 1.044 homicidios, una leve disminución con respecto al número de asesinatos registrados durante ese mismo periodo en 2019, según datos de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, y del Sistema Nacional de Inteligencia Criminal. Esto puso al país en camino a registrar 2.088 homicidios al final del año y una tasa de homicidios de 4,6 por cada 100.000 habitantes, justo por debajo del recuento total de 2019.

La ciudad de Rosario, la más grande de la provincia central de Santa Fe, ubicada a orillas del río Paraná—sitio estratégico para los criminales—, ha tenido el mayor número de homicidios en los últimos cinco años. Se cree que muchos de los asesinatos son el resultado de enfrentamientos entre organizaciones narcotraficantes que se disputan el control del creciente mercado local. Según se informa, en casi el 80 por ciento de los asesinatos se utilizaron armas de fuego.

La ubicación estratégica de Argentina y el creciente mercado de consumo lo han convertido en un importante punto de transbordo de drogas ilegales, así como del comercio mundial de armas. Muchos de los posibles compradores de las armas de alto poder que pasan por el país son poderosas pandillas carcelarias de países vecinos como Brasil y Paraguay.

Demás países pueden verse en : https://es.insightcrime.org/noticias/analisis/balance-insight-crime-homicidios-2020/

* Tasas de asesinato calculadas por InSight Crime con base en los datos disponibles sobre homicidios y el total estimado de la población de cada país en 2020, según Population Reference Bureau. Los datos parciales se actualizarán a medida que se publiquen las cifras definitivas.

Por Parker Asmann y Katie Jones