Muerte Digna y Eutanasia

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Algunas reflexiones sobre el tema.

En una larga  jornada legislativa,18 horas, la Cámara de Diputados voto en forma nominal aprobando este proyecto con 57 votos a favor y 39 negativos, en un total de 96 representantes. Luego de seis años, que fuera presentado por el representante Ope Pasquet,el proyecto de Ley de Muerte Digna y Eutanasia, avanza y llega al Senado, abriendo un debate social sobre la libertad individual, la ética médica y la moral colectiva.

Fundamentos médicos

El texto legal contempla que la eutanasia sea una opción estrictamente regulada para pacientes con enfermedades incurables, sufrimiento irreversible y pronóstico terminal. El Artículo 46 del Código de Ética del Sindicato Médico del Uruguay establece que la eutanasia activa, entendida como cualquier acción u omisión que acelere o cause la muerte de un paciente, es contraria a la ética de la profesión médica, según el Sindicato Médico del Uruguay. Esto significa que los médicos no deben participar en acciones que provoquen intencionalmente la muerte de un paciente, incluso si se considera que es para aliviar su sufrimiento, sí ,de aumentar las soluciones paliativas para mejorar en algo la situación. Pero el artículo mencionado debería ser eliminado para no caer en infracción el médico, que también podrá invocar  la “opción de conciencia”, también conocida como “objeción de conciencia”, para intervenir él; pero además debe ser extensivo al personal de enfermería, que a la postre serían quienes realicen el acto.

Perspectiva ética

Desde el plano ético, la aprobación se sostiene en el principio de autonomía: el derecho del paciente a decidir sobre su propio cuerpo y su destino. El respeto por la dignidad humana implica reconocer que, en ciertas circunstancias, prolongar artificialmente la vida equivale a prolongar la agonía, vulnerando la integridad y la voluntad del enfermo.

Consideraciones morales

Quienes respaldan la ley señalan que la compasión, como valor universal, obliga a replantear los límites de la medicina cuando esta no puede ofrecer cura, sino solo sufrimiento. Morir con dignidad se presenta como un acto de amor hacia quien padece, y como una forma de honrar su vida evitando la deshumanización del final.

Visión cristiana

El debate en el ámbito cristiano es complejo. Algunos sectores citan que “la vida es un don de Dios y solo Él puede ponerle fin”; sin embargo, otras corrientes (sin fundamento firme bíblico) dentro del cristianismo, plantean  que no es “provocar la muerte” sino evitar que la persona sea sometida a un padecimiento inhumano, siendo coherente con el amor y la compasión.

Entonces, en conclusión, en el plano cristiano se abre un debate: preservar la vida como “don de Dios”, o evitar la agonía como “acto de amor”.

La aprobación en la Cámara Baja de esta ley empieza a marca un antes y un después en la relación entre: medicina, sociedad , derechos humanos, abriendo un camino de reflexión profunda sobre la vida y cuándo la muerte.

Foto:APU