56° Reunión de la Red de Economistas Jefes de Bancos Centrales y Ministerios de Hacienda

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La ministra de Economía Azucena Arbeleche participó de la 56° Reunión de la Red de Economistas Jefes de Bancos Centrales y Ministerios de Hacienda de América Latina y el Caribe organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la que resaltó la respuesta del gobierno uruguayo a la crisis provocada por la epidemia de Covid 19, las reformas a la política fiscal y reclamó el apoyo de los organismos multilaterales para un crecimiento sostenible e inclusivo.

La ministra Arbeleche comenzó su intervención explicando el contexto en el cual asumió el gobierno en Uruguay y el advenimiento casi inmediato de la pandemia. “En el caso de Uruguay, estoy como ministra de Economía desde los inicios de la pandemia. La nueva Administración asumió el 1 de marzo de 2020, y apenas a dos semanas de estar en el gobierno se conocieron los primeros casos de Covid, con lo cual el desafío era conjugar esta mirada de atención a la situación sanitaria con la mirada de largo y mediano plazo respecto de la economía”.

el gobierno definió no dejar “de lado esa mirada de mediano plazo y trabajamos y lo dijimos desde el inicio, con una perspectiva de luces cortas y luces largas

La ministra explicó que se destinaron recursos a atender lo sanitario, lo social, porque había que apoyar a los sectores vulnerables, y “también se dieron también apoyos económicos, en particular a las pequeñas y medianas empresas, que son el motor del crecimiento de la economía uruguaya, como en la mayor parte de nuestros países”.

“En particular lo que se quiso es que el problema de liquidez no se convirtiera en un problema de solvencia. Es importante en este marco de mirada fiscal entender que todos estos apoyos para la pandemia se dieron a través de un fondo especial, votado unánimemente por el Parlamento, el Fondo Covid”, acerca del cual “teníamos total trazabilidad, transparencia y accountability de adónde se dirigían esos fondos, para qué iban, y que una vez finalizada la situación de emergencia no se pueden seguir dando apoyos a través de ese Fondo”, sostuvo.

Arbeleche agregó que “a esta pandemia nos sucedió un segundo shock que es obviamente la  guerra de Rusia en Ucrania, y esto sumado a las políticas monetarias de los países desarrollados nos lleva una situación que estamos enfrentando desafíos inflacionarios. Más allá de la política monetaria contractiva que está llevando adelante el Banco Central, también desde el Ministerio de Economía se tuvieron que dar apoyos concretos, focalizados en los sectores más vulnerables, para poder mantener el poder adquisitivo de estos sectores. Estos apoyos hicieron a través a través de transferencias directas en los sectores más desprotegidos, través de disminuciones y exoneraciones en el IVA personalizado, se bajaron las tarifas de importación de aquellos productos alimenticios que estaban pegando fuertemente en la canasta y se adelantaron también los salarios públicos, hubo un aumento de los salarios públicos. En definitiva, una vez más se tuvo que salir con esta respuesta de corto plazo de la coyuntura”.

“Sin embargo esta respuesta a este segundo shock tampoco nos desvió de esta mirada más de largo plazo que es el cuidado o la responsabilidad institucional y política que uno tiene que tener con los fondos públicos, que son ni más ni menos que los fondos de todos nuestros ciudadanos.

Se siguió con esa línea y esto permitió que esta otra mirada de luces largas se pudiera llevar adelante. En particular, se implementó desde el inicio una nueva institucionalidad fiscal”, explicó la titular de Economía. Y agregó: “me estoy refiriendo a una regla fiscal que en Uruguay no teníamos. Teníamos alguna indicación que no era restrictiva, porque el déficit y la deuda terminaban siendo muy superiores de lo que se había planificado originalmente, y era muy importante restablecer la credibilidad fiscal del país. Y así se hizo, se fijaron metas y ya van dos años consecutivos que esas metas se alcanzan”, subrayó.

“Esta nueva institucionalidad gira en torno a tres áreas distintas. Una de ellas se refiere al resultado estructural, ya no medir solamente el resultado observado fiscal, sino ir a ese resultado que está depurado de los factores extraordinarios y del ciclo económico. El segundo pilar, que se refiere a un máximo total autorizado para gasto del gobierno que está limitado por el crecimiento potencial de la economía. Y, finalmente, tenemos un máximo de autorización para el endeudamiento del país, porque sea el endeudamiento por razones extraordinarias o no, el endeudamiento es uno y todo cuenta a la hora de estabilizar la deuda en términos del producto”, explicó Arbeleche.

En este manejo fiscal prudente, en donde se cuidó responsablemente el dinero de los uruguayos, además no se aumentó impuestos sino, por el contrario, se dieron apoyos al sector privado y hubo beneficios fiscales para las inversiones para que pudieran traccionar la economía

“En este manejo fiscal prudente, en donde se cuidó responsablemente el dinero de los uruguayos, además no se aumentó impuestos sino, por el contrario, se dieron apoyos al sector privado y hubo beneficios fiscales para las inversiones para que pudieran traccionar la economía. El resultado que hemos tenido ha sido una fuerte recuperación el año pasado y lo que estamos esperando para este año es un crecimiento de 4,8% de producto. Nosotros no actualizamos muy frecuentemente las estimaciones, así que seguimos con la estimación de 4,8% para este año de la mano de creación de empleo que es el objetivo último que tenemos como hacedores de política económica”, afirmó la ministra.

“Otro aspecto estructural que hemos incorporado desde el inicio a pesar de la pandemia, en este manejo de luces cortas y luces largas, ha sido internalizar la política ambiental en la política económica. Lo pusimos en nuestra Ley de Presupuesto Nacional pero además hemos tomado pasos concretos como cambiar parte de impuesto a los combustibles, el Imesi combustibles, a un impuesto relacionado con la emisión de dióxido de carbono, así como dar incentivos para la conservación de los bosques nativos y otros muchos instrumentos”, desarrolló la ministra.

En ese sentido, Arbeleche mencionó un instrumento en materia de política económica que internaliza la política ambiental y que se refiere a “un Marco para el eventual emisión de un bono soberano cuyo pago de interés está ligado al comportamiento ambiental. Basado en el Acuerdo de París, del cual tomamos los NDS 1, los elementos que estaban en ese acuerdo y en diálogo con los inversores a lo largo y ancho de todo el mundo hemos diseñado un Marco en donde el cupón, la tasa de interés del bono, está relacionado con estos objetivos, estos indicadores de performance. Si el país tiene un buen comportamiento ambiental pagaría menos interés -lo que se conoce como un step down- y si el país tiene un mal comportamiento ambiental es de alguna manera penalizado y tiene que pagar una mayor tasa de interés. De esta manera creamos los incentivos correctos para poder avanzar en un desarrollo que sea inclusivo, es decir que alcance a todos, y que sea sostenible también en lo ambiental”, resaltó la ministra.

Consultada luego por el moderador, el ex ministro de Economía de Paraguay y vicepresidente de Sectores del BID Benigno López, sobre el rol que debería seguir teniendo la institución multilateral, la ministra Arbeleche respondió que “en primer lugar el BID debería continuar el diálogo muy directo que tiene con cada uno de sus países miembros para entender las particularidades de cada uno de estos países y para seguir dándonos apoyo. En ese sentido el diálogo con Uruguay ha sido excelente y hemos tenido apoyo en los avances de las reformas que he comentado más temprano, especialmente en lo que tiene que ver con la nueva institucionalidad fiscal”.

“El BID tiene que mirarnos a todos los países de la región, porque quienes estamos aquí tenemos diferencias pero también tenemos muchos puntos en común y tenemos que abordar el desarrollo inclusivo y sostenible de una manera totalmente distinta de lo que lo tienen que hacer los países desarrollados”, explicó.

Arbeleche agregó que “vuelvo a mencionar lo que decía para el caso uruguayo, pero que es aplicable para para todos los países del mundo: creo que los multilaterales en general pueden venir y deben venir con productos financieros innovadores que nos permitan transitar por un desarrollo sostenible. Son necesarios productos donde hayan incentivos para que el país tenga un desarrollo sostenible ambientalmente; el país no desarrollado necesita los incentivos porque si no no se va a endeudar para ir por ese camino cuando tiene urgencias de corto plazo. Por lo tanto invito al BID para que prospere en ese sentido y que encuentre productos innovadores que alineen el comportamiento del país con su costo de financiamiento”.