Peronismo a la uruguaya

rochatotal

Por Esteban Valenti

Hace tiempo que estoy buscando una definición que se aproxime a una caracterización del nuevo proyecto político pero también ideológico que nació en Uruguay de la mano de Cabildo Abierto, sobre todo del senador Guido Manini Rios y del semanario La Mañana. Lo llamaría un peronismo a la uruguaya, con todas las limitaciones del caso.

El peronismo es el único partido-movimiento en el planeta donde convivieron fracciones de extrema derecha y extrema izquierda. En el Uruguay no será lo mismo, pero el discurso recorre los extremos y que logró desorientar a tirios y troyanos. Sobre todo a la izquierda de argentina y sus alrededores.

En un reciente editorial de La Mañana, que invoca nada menos que a Eduardo Galeano pero  también a Alberto Methol Ferré, se desarrolla plenamente ese discurso y sería un error calificarlo solo de derecha, tiene vuelcos hacia extremos izquierdistas y sobre todo a un nacionalismo a ultranza. No alcanza con repetir la conocida frase de que los extremos se tocan. Es mucho más complejo. Verlo en:

https://www.lamañana.uy/opinion/son-los-centinelas-quienes-abren-las-puertas/

Su lenguaje, sus definiciones son una mezcla de conceptos que se aproxima a aquella vieja izquierda nacionalista de los años 50 y 60 a la que adhirieron diversos grupos y personalidades. Su principal adversario y objetivo es la “izquierda caviar”, es decir supuestamente los mismos que odia y recela la “otra” izquierda, a la que nunca se sabe bien a que alimento hay que asimilarla. Podría ser la “izquierda rabanito”. Roja por fuera y desteñida por dentro, en la sustancia.

En un batido difícil de tragar, pero que es la base discursiva de su proyecto político, es una mezcla compacta y espesa, donde en La Mañana afirman en su editorial “Las venas abiertas de América Latina”, donde Galeano en el capítulo dedicado a “La estructura contemporánea del despojo”. Publicada en 1971, la obra era una especie de reciclaje de la “leyenda negra”, el movimiento propagandístico anti-hispánico financiado por Inglaterra y Holanda en el Siglo de Oro. Galeano adaptó con prosa fluida -y algo lacrimógena- todo el cuerpo doctrinario acumulado por siglos, apuntando la mira hacia los Estados Unidos y esa “burguesía nacional” cuya “esterilidad culpable” había supuestamente abierto las puertas al pillaje de los rubios del norte.  Con altos y bajos, ese es el leit-motiv de este ensayo que sirvió de inspiración a toda una generación de jóvenes, muchos de los cuales hoy son ilustres dirigentes de la que conocemos como “izquierda caviar”.

“El argumento de Galeano era muy simple: para que exista un extranjero abusador, es necesaria una elite local complaciente y acomodaticia. Visto desde este ángulo, la obra no ha perdido actualidad. La recopilación de supuestos “pillajes” a los cuales fue sometida nuestra América Latina recuerda en muchos casos varios eventos ocurridos durante la gesta progresista de los últimos tres lustros”

“Claro que los métodos de extracción han cambiado, aunque no así el trasfondo del problema. Todo lo que se refiere a “extracción de minerales” y “transporte ferroviario” se puede sustituir por la palabra celulosa y sería publicable hoy día sin que nadie advirtiera que es un texto escrito hace 50 años. La negociación encarada por el triunvirato progresista con UPM entrará en los anales de la historia nacional como una de las grandes genuflexiones sufridas por el pueblo oriental. Bastó que viniera un gobierno con apego a las instituciones y la transparencia, para que UPM se decidiera a aportar USD 250 millones adicionales al país. Por si faltaba evidencia que quedaba mucha tela por cortar en la negociación”

Yo fui en su momento crítico y por escrito, de aspectos de la negociación con UPM, pero esto es otra cosa, este discurso de poner en peligro con frases altisonantes y nacionalismo de cartón, proyectos y obras que son fundamentales para el país, tanto en el plano industrial, agro-industrial, del transporte y la logística y si para ello tienen que convocar a los ministros de su propio gobierno, para montar un buen show, lo hacen. Y si tienen que romper con este gobierno también lo harán. La amenaza flota siempre en el ambiente, por algo en las entrevistas diversos periodistas se lo han preguntado al senador Manini.

No es un discurso típico de derecha – excepto en la defensa de los dictadores y sus crímenes – mezclan todo con posiciones supuestamente “populares”, “nacionales” y “soberanistas” incluyendo su visión sobre el papel de las fuerzas armadas.

Vale la pena recordar el discurso del entonces comandante en jefe del ejercito en el velatorio del ministro de defensa nacional, en un hecho que no tiene antecedentes en la historia nacional: “Quiero destacar la coherencia de Eleuterio Fernández Huidobro. Su capacidad de análisis singular de la realidad y de la actualidad lo llevaron a entender perfectamente que detrás de quienes atacaban a las Fuerzas Armadas, de quienes buscaban debilitarlas, destruirlas, de quienes buscaban suplantarlas por una guardia nacional, que detrás de ellos estaban los centros de poder mundial a los que él combatió durante toda su vida, y he ahí su coherencia”. Guido Manini Ríos 6/8/16

No es justo responsabilizar de todo a Fernández Huidobro, no fue ministro de defensa durante todos esos años, por su decisión personal ni por su peso electoral, fue el resultado de un acuerdo al más alto nivel en el FA y del apoyo de la cúpula del MLN-MPP. Y su conducta fue totalmente coherente no solo en el tema de la supuesta “Guardia Nacional”, sino en definir las relaciones entre el gobierno del FA y las fuerzas armadas. Incluso luego de la muerte de Fernández Huidobro, el escándalo de los tribunales militares siguió su curso con otros protagonistas dentro del gobierno. Al más alto nivel.

Las fuerzas democráticas, los que no queremos que se instale en nuestro país nada parecido a un peronismo actualizado y saborizado a la oriental, tenemos que estar dispuestos a discutir en serio y no a atropellar con simples adjetivos. Y menos comparar con Bolsonaro, Manini Ríos es inteligente y sabe donde quiere ir ahora y en el 2024…

Un tema central que han elegido para marcar la cancha, es el de UPM2 y todo su entorno, incluyendo el Ferrocarril Central y ya no se trata de hacer concursos de quien consigue las mejores condiciones, sino de frenar el proyecto y en ese sentido escuchando declaraciones recientes de algún ministro me surgen dudas y preocupaciones muy grandes.

Es exactamente lo mismo que si el Frente Amplio, luego de asumir el gobierno en el 2005 hubiera puesto en discusión y jugueteado sobre la instalación de las papeleras en el departamento de Río Negro, argumentando que nos causarían serios problemas con la Argentina. Y vaya si nos causaron problemas mayores, pero los afrontamos. Era un tema nacional. Y habló en primera persona porque participé directamente. Otros tiempos.

¿Haciendo las cuentas ahora,  el Uruguay ganó o perdió con las papeleras?

No hay ninguna duda que logró un desarrollo productivo,  tecnológico y resultados que nunca habría alcanzado sin ese nuevo y dinámico sector.

¿Se comprometió la producción agropecuaria? No, en absoluto, al contrario, se complementó con la producción agropecuaria.

¿Se contaminó el río Uruguay fuera de los parámetros establecidos? En absoluto, mientras nuestros hermanos argentinos se han cansado de que su cloaca a cielo abierto, el río Gualeguaychú, siga supurando por encima de todos los límites de la contaminación.

¿El Uruguay, ganará o perderá si mejora substancialmente su red ferroviaria, incluyendo los proyectos que conecten el norte del país, el centro y el puerto de Nueva Palmira? No es simplemente un problema de mano de obra, de necesidad de generar más empleos, esa es una parte muy importante, pero además se trata de modificar la capacidad productiva en la forestación y en el centro del país, para que toda su producción llegue al puerto de Montevideo. Con los actuales costos de transporte por carretera, no existe la menor posibilidad de competir. Con un agregado, una visión realmente estratégica debería estar pensando y planificando la electrificación de los principales ramales ferroviarios.

No hay ningún país desarrollado en el mundo que no disponga de una adecuada red ferroviaria, sobre todo cuando su producción crece irremediablemente en volumen y peso, como el Uruguay.

Pero lo más singular son los personajes que participan de esta polémica, algunos serios, con sólida argumentación, que se han batido contra esos proyectos desde hace muchos años, otro un diputado de Cabildo Abierto, que bate records: viola la Constitución y debería ser expulsado de la Cámara de acuerdo a lo establecido en la propia Constitución, que ha sido sancionado por la Suprema Corte de Justicia por violaciones graves en el ejercicio de su profesión y ahora, ni siquiera cumple con la mínima obligación de dar sus cursos y clases en la Universidad de la República. Este tipo de personas se mezclan en la campaña contra estos proyectos. El peronismo fue siempre un imán potente para atraer este tipo de personajes, basta una simple mirada a 60 años de historia.

No hay nadie que ambiciona tanto el poder como el peronismo, es su obsesión, por ello recuerdo una frase del historiador romano Tácito: “Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio”.