El FA y el PIT-CNT: ¿Otra vez arroz?

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El PIT-CNT resolvió -no precisamente por unanimidad- impulsar una reforma constitucional que elimine la reforma previsional votada y retrotraiga el régimen 28 años atrás. Frente a ello, aun cuando probablemente la mayoría de sus sectores no comparta esa iniciativa, el Frente Amplio aparece paralizado, con lo cual cabe preguntarse si cometerá el mismo error que con la LUC: seguir al PIT-CNT aunque no esté de acuerdo.

Aunque aún no hay un texto concreto de reforma elaborado, la iniciativa buscará congelar constitucionalmente la edad de retiro en 60 años (¡en un país con población cada vez más envejecida y más longeva!) y eliminar las AFAPs, impidiendo hacia adelante la instalación de cualquier tipo de ahorro privado individual.

El pasado martes el diario “El País” recordaba en su editorial que el PIT-CNT ya intentó llevar adelante una iniciativa contra la reforma de 1995, empeño en el cual no solo fracasó sino que dejó en evidencia una lamentable deslealtad institucional, duplicando y falsificando firmas y, luego, poniendo en duda el trabajo de la Corte Electoral.

Ahora pretende repetir la hazaña y, frente a ello, es claro que buena parte del Frente Amplio no lo comparte. El MPP fue clarísimo al respecto. Otro tanto ocurre con el Frente Renovador que lidera Mario Bergara y Asamblea Uruguay.

El presidente del Frente Amplio Fernando Pereira -recordar que es ex presidente de la central sindical- solicitó aguardar hasta “conocer el contenido específico de la papeleta” (imaginamos que se refiere a conocer el texto de la iniciativa de reforma constitucional). Reconoció expresamente que en el FA no hay consenso para acompañar la iniciativa sindical. “Necesitamos construir un consenso muy amplio, y ese consenso hoy no está en el Frente Amplio”, señaló a “El Observador”. “Precisamos consensos muy amplios, de lo contrario, hay que administrar el disenso. Mi trabajo es tejer y lo voy a hacer”, agregó.

Es legítimo preguntarse, entonces, si Fernando Pereira llama a “esperar” para ir tejiendo un consenso a efectos que el Frente Amplio se sume a la iniciativa del PIT-CNT. No se puede descartar porque ya ocurrió en ocasión del referéndum contra la ley 19.889, o sea, la LUC. En aquella ocasión también buena parte de la dirigencia frenteamplista se oponía a sumarse a la campaña de referéndum. Sin embargo, al final del día, se “tejió un consenso” para hacerlo. Y -vale la pena recordarlo por enésima vez- le salió mal.

¿Una vez más el Frente Amplio será arrastrado por el PIT-CNT a una aventura infinitamente más negativa que la anterior? En el Frente Amplio no se les escapa que si por ventura el plebiscito tuviera éxito, condenaría al país a una acelerada desfinanciación del régimen previsional, comprometiendo así no solo el pago de pasividades sino la estabilidad macroeconómica y la imagen del país como destino para potenciales inversiones. Si el Frente, como suponemos, aspira a gobernar de nuevo, se enfrentaría a un escenario siniestro. ¿Por una mera ventajita electoral sería capaz de embarcarse en semejante dislate y, de nuevo, sumarse a la iniciativa sindical?

El antecedente de la LUC no permite ser muy optimista. Pero tal vez haya aprendido la lección.

Fuente:Correodelosviernes