El que siembra vientos, recoge tempestades

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El jefe del Kremlin vio cómo el control que tenía sobre su país se esfumaba a medida que Yevgeniy Prigozhin avanzaba sobre Moscú. Incapaz de enfrentarse abiertamente a Prigozhin, Putin optó por negociar. A pesar de lo turbio del acuerdo, algunas cosas están quedando claras. El jefe del Kremlin se ha debilitado políticamente. Muy pocos en Rusia salieron a las calles para apoyarlo. La gente que salió a ver los tejemanejes se mostró más amistosa con los mercenarios que con la policía Finalmente, debió negociar con el jefe de los mercenarios Wagner, una milicia paralela, a un precio demasiado alto.

El Grupo Wagner, también conocido como PMC Wagner o simplemente Wagner, es una empresa militar privada (EMP) que opera en Rusia. Se cree que la empresa fue fundada por Dmitry Valeryevich Utkin, un exoficial del servicio de inteligencia militar ruso (GRU). El Grupo Wagner ha ganado notoriedad por su participación en conflictos armados en el extranjero, principalmente en Ucrania y Siria, Nicaragua, Cuba, Venezuela y otros conflictos.

El Grupo Wagner se ha asociado con actividades militares y de seguridad en apoyo de los intereses rusos. Se ha informado que la empresa ha reclutado a exmilitares , ex presos y a personal en servicio activo, y ha proporcionado servicios de seguridad, entrenamiento y asesoramiento en conflictos en los que Rusia está involucrada.

Rusia vivió 24 horas de caos. Piense, por un momento, en lo surrealista que fue todo. Un delincuente violento y amigo de Putín  dirige una milicia irregular armada hacia Moscú, exigiendo las cabezas del jefe del ejército regular y del ministro de Defensa. Los guardias fronterizos y el personal de seguridad desaparecen, dejándolos pasar. La aviación rusa dispara misiles contra su propio depósito de petróleo, en la ciudad de Voronezh

El “Chef” (apodo de Yevgeniy ) Prigozhin, tuvo sus comienzos como vendedor de panchos en San Petersburgo, luego puso un restaurant  donde Putín empezó a concurrir y como le gustaba la cocina del “Chef” terminó llevándolo  como cocinero particular. De ahí a posicionarse y poner en jaque a Putín,los últimos días , transformando el catering  en un enorme ejército privado. Vaya a saberse cuánto hay detrás. Las fuerzas de Wagner, incluidos los destacamentos de convictos, demostraron estar entre los combatientes más eficaces en las campañas de desgaste de Rusia y fueron elogiadas por Putin hace apenas un mes por su servicio. En marzo, la Duma, el Parlamento ruso, aprobó una ley que castiga con hasta cinco años de prisión las críticas a los mercenarios del país. Ahora, en un eco de las historias de los antiguos imperios, la estimada guardia de élite puede convertirse en una peligrosa quinta columna.

Prigozhin y su comando

Analistas expresan que el presidente ruso se encuentra más débil y aislado que nunca, el ejército de su país tambaleándose tras una larga y desmoralizadora serie de fracasos, y su propio control del poder parece tan tenue como nunca lo ha sido en los más de 23 años que lleva en Moscú. Putin, que surgió de la espesura de un San Petersburgo plagado de gángsters en la década de 1990, siempre ha confiado más en los acuerdos privados que en las normas y las instituciones. Desconfiado de las instituciones  estatales y obsesionado con el control personal, Putin creó estructuras informales y agrupaciones privadas, a menudo rivales, que le convirtieron en árbitro indispensable.

El fin de semana ofreció uno de los ejemplos más claros de que Putin está cosechando lo que sembró. En una desconcertante cadena de acontecimientos, Yevgeniy Prigozhin, comandante de la influyente compañía de mercenarios Wagner, lanzó una insurrección que en los últimos meses se había revelado contra la incompetencia y la corrupción de la cúpula militar rusa. El sábado, sus fuerzas marcharon prácticamente sin oposición a través de la ciudad meridional de Rostov en dirección a Moscú, alcanzando posiciones a sólo 120 millas de la capital.

Para el Kremlin, parecía haberse evitado un duro desafío a su control. Pero el daño a la imagen y la autoridad de Putin puede ser duradero. El sábado por la mañana, ante el avance de Prigozhin, Putin advirtió de la “brutal” respuesta que daría a lo que describió como una “rebelión” lanzada por “traidores”. Por la noche, su portavoz jefe anunció que se retirarían los cargos que se cernían sobre Prigozhin y que el Ministerio de Defensa ruso ofrecería contratos a los combatientes Wagner que no participaran en el motín.

Lo cierto es que conforme al acuerdo alcanzado, Prigozhin puede  marcharse a Bielorrusia y evitar ser encausado judicialmente en Rusia, al igual que sus combatientes, tenida cuenta de los “méritos en el frente” ucraniano del grupo paramilitar. “El principal objetivo era evitar un baño de sangre (…) y enfrentamientos con resultados impredecibles”, señaló Peskov.

Con información de Reuters y AFP